Bitácora 74

PAG 019 El Eco de su Voz

September 02, 2023 Calo García / Pablo Roman / Carolina "La China" Torres Season 1 Episode 19
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Sep 02, 2023 Season 1 Episode 19
Calo García / Pablo Roman / Carolina "La China" Torres

Aunque parecieran momentos fugaces en el cronómetro de la vida, 

El eco de su voz  ha perdurado en mi recuerdo, 

grabando en mi ser  lecciones profundas que me han acompañado y me acompañarán  a lo largo del camino venidero.

Show Notes Transcript

Aunque parecieran momentos fugaces en el cronómetro de la vida, 

El eco de su voz  ha perdurado en mi recuerdo, 

grabando en mi ser  lecciones profundas que me han acompañado y me acompañarán  a lo largo del camino venidero.

Calo:

wey alguna vez algún desconocido o alguien no muy cercano a ti te ha dicho algo que lo necesitabas eso que te dijo fue tan relevante que te ha acompañado por siempre

Pablo:

Pensanding Pensanding

Calo:

y tu chais.

China:

no la verdad, no, no me acuerdo que me haya pasado como ese encuentro de la vida. no la verdad, no

Calo:

Pues, como diría a Rosaurita ahorita.

ROSAURA:

Ah, bueno, ok..

Calo:

Bitácora página 19 El sábado en mi terapia con juliana. Me llevó a recordar el día que aprendí a andar en bicicleta. Yo tenía a lo mucho seis años. No tenía bicicleta y no sé por qué. La mamá de Abel

Calo Off:

Mi mejor amigo de la infancia.

Calo:

Tomó como misión enseñarme a andar en en la bicicleta de Abel por supuesto, vivía en la calle de Diego aranda, que era una calle muy chica y hacía cerrada por los dos lados, así que era un lugar seguro para aprender. yo. Recuerdo que me monté en la Y ella me detuvo del asiento y me dijo una de las frases más poderosas que me han dicho en toda mi vida.

Marta Marquez:

Tú dale y yo te voy agarrando.

Calo:

No hay nada en la vida que uno no pueda realizar. Después de una frase deste calibre yo empecé a pedalear al principio, obviamente me iba a parar los lados, pero al sentir que nunca me caía, pues por obvia razones, empecé a tener más y más y más confianza. obviamente comencé a darle cada vez más y más rápido cuando sentí que ya iba como a una velocidad interesante. En mi mente, me repetía que rápido corre la mamá de Abel como un acto reflejo volté hacia atrás para efectivamente, descubrir que hace muchos metros. Y no sé cuánto tiempo ella ya solo estaba contemplando con una sonrisa de oreja a oreja como el mejor amigo de su hijo había prendido a andar en bicicleta. Fue la primera vez que sentí que podía lograr lo que yo me propusiera en la vida. Honestamente, yo no la recuerdo a ella físicamente con claridad, pero recuerdo ese memento como si acabara de suceder

Marta Marquez:

Tú dale y yo te voy agarrando.

Calo:

que terminó terapia con juliana quedó, como dice Pablo,

Pablo:

Pensanding Pensanding

Calo:

Tratando de aprovechar ese al máximo. Porque no siempre se está tan consciente y tan en contacto con uno mismo mientras iba regresando a mi aquí a mi ahora, sintiendo cada parte de mi cuerpo al escuchar el siguiente sonido, iba recordando dos momentos más en donde el eco de dos voces se quedaron por siempre en mi vida. El primero fue cuando corrí el maratón de San Francisco. Yo solo he corrido un maratón en mi vida y fue gracias al entrenamiento y al apoyo incondicional del coh Mario de la torre. Me pongo de pie y al apoyo condicional del honorable equipo apodado los mamones de las seis. Que ahora que lo veo, la distancia me parece que era un apodo injustificado y quizá basado en la envidia que despierta la gente bonita y con clase

Calo Off:

La verdad si estaba super bien ganado el apodo.

Calo:

Y era un apoyo condicional. Porque había que pagar una lana por cada día que faltabas entrenar para engordar el famoso cochito solo para que te des una idea, llegamos a juntar un monto lo suficientemente relevante como para pagar noches de hotel y cenas chinga y dicho sea de paso. Esta práctica en varias ocasiones, casi acaba con nuestra amistad. La banda se ponía muy mal cuando se les cobraba. verdad es que todos en el equipo corrían muy bien. Algunos, incluso a pesar de su edad avanzada y su mal genio. El día de la carrera, Mario nos dijo muy claramente

Chino:

corran a su paso. Al principio se van a sentir muy bien porque están muy bien entrenados, pero deben guardarse para el final.

Calo:

cuando entrena para un maratón, nunca corres los 42 kilómetros. Corres máximo 31 o 32. Por eso era la instrucción, instrucción con la cual yo hice exactamente lo mismo que hace santa clós cada año con mi carta de deseos. Usarla como papel higiénico. Así que me fui con alma los primeros 35 kilómetros a su paso. lo cual no fue precisamente la mejor idea evidentemente los últimos siete kilómetros. Pues yo le tuve que bajar en el kilómetro 40. Yo iba muy tronado. Pero realmente muy tronado yo ya no podía más, además de que mi alimentación no fue la mejor durante la carrera. Yo quería hacer debajo de cuatro horas y era evidente que no lo iba a lograr, porque ya llevaba tres horas. 55 minutos. Yo sabía que iba a cruzar la meta así fuera caminando. Eso me quedaba clarísimo de eso. No había ninguna duda, pero ya no haría el tiempo que quería hacer. Así es que hasta cierto punto, me rendí y decidí caminar justo cuando me detuve a caminar, alguien pasó a mi lado y mientras me daba un golpe en el hombro, me dijo

DON:

Really, there is only one mile left.

Calo Off:

Para los que no hablan inglés, lo que el me quiso decir fue neta cabrón. Solo faltan dos kilómetros. Wey neta, te vas a parar sin Yolanda mari carmen.

Calo:

Él tenía razón. La neta no era de rendirse. Quizás no haría el tiempo que me soñaba, pero aún faltaban dos kilómetros y era un maratón. No era una peregrinación. Un maratón se corre hasta llegar a la meta. Hice cuatro horas, 11 minutos y en la meta ya me estaban esperando todos que darlo todo hasta el final. Hasta el último momento. Mi segundo recuerdo, fue en el 73 de Barcelona. Ya hemos hablado antes a detalle del 73, pero para quien va llegando a la fiesta un 70, tres o medio, iron man es un triatlón largo. Se nadan dos kilómetros, se ruedan 90 kilómetros y se corren veintiún kilómetros seguidito sí, todo seguidito yo. En uno de esos momentos en que te sientes do chiles y que el mundo es tu patio trasero. Me inscribí al 73 de Barcelona. Básicamente, pues, porque no conoce a Barcelona y se escucha bien, chingón, Hice el 73 de Barcelona. se escucha malón solo que hubo tres pequeños detalles que nunca investigué y que lo supe un día antes de la competencia. Punto número uno, es ese 73 es parte del mundial. O sea, va gente que le chinga como Dios manda muy cabrón. Punto número dos, el mar estaría por debajo de los 13 grados centígrados, lo cual es frío, muy frío. Y aunque llevaba el weu a esa temperatura, el agua se siente de la b de vaca. Y punto número tres, la ruta de la bici era una escalada de alta montaña. O sea que había unas subidas muy cabras una noche antes, yo no dormí nada y no exagero, no dormí absolutamente nada. Lo que más miedo me daba era nadar, irónicamente, porque de las tres disciplinas es en la que mejor me iba. pero el solo hecho de pensar en el mar frío me daba terror. Llegó la hora de prepararse para salir del hotel e ir a la zona de arranque. Y yo estaba sentado en las escaleras del lobby del hotel esperando al equipo y se me acercó un coach que traía un brasileño élite, o sea, los ching. Pues que la neta solo habíamos intercambiado a algunas palabras un día anterior. no sé con qué cara me vio que se acercó a mí y me preguntó

Sandro:

Estás bien.

Calo:

yo le dije que no, que no había dormido y que me daba terror nadar en el agua helada porque sentía que no iba a ser capaz de terminar. El simple hecho de pensar que iba a meter el rostro en el agua helada y sentir como si me estuvieran clavando cuchillos me daba terror y él me volteó a ver y me dijo

Sandro:

Y si das una abrazada a la vez.

Calo:

tenía tanto miedo que no le entendí. Y entonces él me explicó.

Sandro:

Sí das una brazada y ves cómo te sientes si puedes dar otra, la das y así una brazada a la vez.

Calo:

Ese día, me metí al mar con una misión, dar una abrazada a la vez. El mar estaba frío, muy frío. Di mi primer abrazada y me sentí bien para dar la Di la segunda y me sentí bien para dar la tercera. Y así di la cuatro. Di las cinco. Y después de 200 o 300 metros, el agua ya no se sentía tan fría. Es más, se sentía cómoda ese día. Yo nadé en 40 minutos los dos kilómetros y salí entero para no dormí toda la noche creando escenarios catastróficos en mi mente y recreándolos una y otra vez y solo había que dar una abrazada a la vez. Aunque parecieran momentos fugaces en el cronómetro de la vida. El eco de su voz ha perdurado en mi recuerdo grabando en mi ser lecciones profundas que me han acompañado y me acompañarán a lo largo del camino venidero.

Marta Marquez:

Tú dale y yo te voy agarrando.

Calo:

Confía en ti.

DON:

Really, there is only one mile left.

Calo:

que darlo todo hasta el final. Hasta el último momento.

Sandro:

Y si das una abrazada a la vez.

Calo:

No te abandones ocp no te preocupes soy calo García y que no se te vaya ni un día sin pena ni gloria. Como lo dirías en español puro

Sandro:

Oye, no mame, veis y das un abrazar a la vez?

Calo:

te mamaste.